En este post vamos a realizar la ruta por el Monasterio de Piedra. Descubriremos qué ver y cómo llegar a este paraíso aragonés, ubicado en la provincia de Zaragoza, en el término de Nuévalos y en una zona de sierras, surcada por el río Piedra. Sin duda, un entorno de naturaleza extrema, cascadas sorprendentes, cuevas y grutas visitables, y agua, mucho agua.
CÓMO LLEGAR Y APARCAMIENTO
En coche:
Salida Km. 204 de la Autovía A-2 (Alhama de Aragón – Monasterio de Piedra).
Salida Km. 231 de la Autovía A-2 (Nuévalos – Monasterio de Piedra).
En autobús:
La línea que lleva hasta el Monasterio es Compañía Automóviles Zaragoza. Tiene salidas desde Zaragoza y Calatayud.
En tren:
La mejor opción es ir a Calatayud (Ave Madrid-Zaragoza o Alvia) y desde allí coger un autobús de los anteriormente indicados.
¿Dónde aparcar en el Monasterio de Piedra? El Monasterio cuenta con un amplio aparcamiento en la entrada. Al ser un espacio natural, hay zonas que no están habilitadas para discapacitados ni para carros de bebés.
BREVE HISTORIA DEL MONASTERIO PIEDRA
En origen el Monasterio de Piedra fue una fortaleza musulmana conocida como Castillo de Piedra Vieja. En 1186, tras la Reconquista, Alfonso II de Aragón y su esposa, Sancha de Castilla, lo donaron a los monjes de Poblet con el fin de crear allí un monasterio cisterciense.
12 monjes y un abad llegaron desde Tarragona y entre 1195 y 1218 fueron levantando, construyendo y habilitando distintos edificios en los que se aprecia el estilo de la transición del Románico al Gótico. Algo curioso y que hace que el Monasterio de Piedra sea la cuna del chocolate en Europa, es que en su cocina, en 1534, elaboraron por primera vez el chocolate a la taza, incorporando azúcar, canela y vainilla.
Tiempo después, ya en el siglo XIX, las dependencias y la iglesia sufrió un gran abandono debido a diversas desamortizaciones. No fue hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando Juan Federico Muntadas, propietario desde 1843, reformó las instalaciones, dotándolas de un jardín paisajista y una piscifactoría y convirtiendo el monasterio en un hotel con funciones hidroterapéuticas.
A partir de hí fue adquiriendo importancia, llegando a ser actualmente un destino turístico de naturaleza y de relax. Además, en 1983 fue catalogado Monumento Nacional y es Bien de Interés Cultural.
- Monasterio de Piedra: este hotel se encuentra dentro del espacio del Monasterio de Piedra. Un magnífico edificio del siglo XII, con inmejorables vistas y spa. Perfecto para visitar el parque, disfrutar del entorno y relajarse.
- Casa Rural Reyes: se ubica en Nuévalos, muy cerca del Monasterio de Piedra. Dispone de 4 habitaciones, 3 baños, estupendas vistas, terraza y barbacoa.
RUTA POR EL MONASTERIO DE PIEDRA
La primera cascada que se ve es el Baño de Diana. Es pequeña, pero es que solo es el comienzo de una continuación de saltos de agua increíbles.
Reserva una excursión al Monasterio de Piedra.
Tras contemplarla, el siguiente salto de agua del recorrido es la Cascada Trinidad, además de unas grutas. La forma que tiene esta cascada es preciosa, cayendo de forma irregular formando diminutas pozas. Sin duda, una de las más estilosas.
Tras ella vamos a descubrir una de las cascadas más impresionantes del Monasterio de Piedra. Es la Cascada La Caprichosa, esbelta y caudalosa. Cae estrepitosa haciendo un fuerte sonido y salpicando de gotitas todo su alrededor. El manto que forma al caer es realmente bello.
Siguiendo la ruta se pasa por el Mirador de la Cascada La Caprichosa, que regala unas vistas asombrosas desde lo más alto de la cascada. Hasta casi se puede tocar el agua.
A continuación, se cruza el río Piedra por un puentecito desde donde se pueden ver otra serie de pequeños saltos de agua conocidas como las cascadas de Los Vadillos. El río venía fuerte en ese momento, era noviembre y los días de antes habían sido bastante lluviosos. Aunque eso no nos impidió realizar la ruta sin complicaciones.
Bajando nos encontramos con la Cascada de los Fresnos. Otra de las más bonitas, al menos para nosotros. Es preciosa la forma que dibuje el agua, como si fueran pinceladas de un cuadro. Esos pequeños saltitos de agua, el árbol que parece esquivar, la frondosa naturaleza que la rodea… Es realmente bella.
Una vez abajo se llega a la Cascada Iris que da acceso a la Gruta del mismo nombre. Subiendo hacia la Gruta Iris podremos se puede disfrutar del fantástico Mirador de la Cola de Caballo, que ofrece una panorámica maravillosa. La altura es importante, ya que vamos subiendo por un senderito con escalones al filo del acantilado que regala las vistas que se aprecian en la fotografía.
Siguiendo subiendo llegamos al punto más famoso de la Gruta Iris. Un lugar mágico, bajo el río, desde donde observar la cascada desde dentro y escuchar su estruendo al caer, las gotas que se filtran y caen sobre la gente, el ambiente, la luz, las sombras… una experiencia única. Un rincón de cuento.
Tras este espectáculo, seguimos nuestra ruta por el Monasterio de Piedra bajando para apreciar la cascada de la Cola de Caballo en todo su esplendor. Un salto de agua de más de 50 metros de altura, donde el agua cae impetuosa y valiente, finalizando con un ensordecedor golpe que levanta una espesa neblina. Otra de las cascadas más famosas y fotografiadas del Monasterio de Piedra.
Tras estas increíbles vistas, seguimos el camino. Veremos el Centro de Piscicultura, pionero en España, y llegaremos al Lago del Espejo. Este lago es un remanso de paz donde los árboles y el puentecito de madera se reflejan en el agua, calmada y tranquila, dejando una panorámica encantadora.
Bajo el lago, se levanta y refleja la Peña del Diablo. El origen de esta inmensa roca, según cuenta la leyenda, es una batalla que se libró en el Monasterio de Piedra entre ángeles y demonios. En la lucha, el último demonio agarraba una gran roca, pero no tuvo nada que hacer. Los ángeles acabaron con él y la gran roca cayó sobre el demonio, dejándolo atrapado.
Después del paseo por la orilla del lago y de disfrutar de la paz que se respira allí, podemos ver la Fuente del Señor y próximo a esta, la bonita Cascada de los Chorreaderos. Y ya en dirección a la salida se puede observar la última cascada del recorrido, la Cascada Sombría.
Hay distintas dependencias en el Monasterio, como el Museo del Vino, que narra la historia del vino con la comarca, de gran importancia desde el siglo II a.C., y con el propio Monasterio, ya que desde finales del siglo XIII los monjes plantaron vides en la zona y crearon bodegas.
Otra dependencia muy interesante es el Museo del Chocolate. Aquí se puede conocer la increíble historia del Monasterio y el chocolate, donde después de traerlo desde las Américas, fue en el Monasterio de Piedra donde se cocinó por primera vez en toda Europa.
También recomendamos visitar la espléndida Iglesia y su bello altar barroco. Se encuentra en proceso de restauración, pero aún conserva y se pueden apreciar importantes restos arquitectónicos y decorativos, como la bella cúpula.
EXHIBICIÓN DE AVES RAPACES
Se realiza desde primavera hasta mediados de otoño. En la exhibición podrán aprender muchas cosas sobre las aves, a parte de disfrutar del espectáculo de vuelo donde se pueden ver volar sobre nosotros, entre otras, buitres, búhos, halcones, águilas…
Y hasta aquí el post de nuestro blog de viajes sobre qué ver y cómo llegar al Monasterio de Piedra. Una ruta por un rincón de asombrosa naturaleza con cascadas y saltos de agua espectaculares y realmente bellos.
- Monasterio de Piedra: este hotel se encuentra dentro del espacio del Monasterio de Piedra. Un magnífico edificio del siglo XII, con inmejorables vistas y spa. Perfecto para visitar el parque, disfrutar del entorno y relajarse.
- Casa Rural Reyes: se ubica en Nuévalos, muy cerca del Monasterio de Piedra. Dispone de 4 habitaciones, 3 baños, estupendas vistas, terraza y barbacoa.
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